En un mundo acelerado, donde el tiempo parece escapar como arena entre los dedos, el mes de agosto invita a una pausa y reflexión, tanto para quienes disfrutan de vacaciones como para quienes continuamos trabajando. La farmacia comunitaria, también en verano, se mantiene como uno de los últimos espacios de cercanía entre el sistema sanitario y la vida cotidiana de las personas. Allí, en el breve encuentro entre paciente y profesional, puede desplegarse algo fundamental y profundamente humano: el arte de escuchar.
La Carta de los Agentes Sanitarios del Consejo Pontificio para la Salud recuerda que la dignidad de toda persona exige un cuidado que vaya más allá de la técnica y que esté fundado en el reconocimiento pleno de su humanidad. Escuchar no es un gesto accesorio, sino un acto bioético que reconoce la vulnerabilidad y singularidad de cada paciente. En la farmacia, donde acuden personas que a menudo se sienten invisibles, la escucha activa se convierte en un punto de encuentro real con la dignidad humana.
Del mismo modo, la guía conjunta de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) y la OMS destaca que los farmacéuticos no solo garantizan acceso a los medicamentos, sino que son actores clave en la reducción de inequidades en salud. Esto implica no limitarse a entregar un fármaco, sino ofrecer un espacio de confianza y comprensión, donde se reconozcan tanto las necesidades clínicas como los determinantes sociales de la salud. Escuchar activamente es abrir la posibilidad de que la socio-disponibilidad del medicamento sea efectiva, más allá del plano teórico.
Inspirado en estos documentos, en la Farmacia del Mercat hemos desarrollado el modelo Pharmacare (PHC), una propuesta de gestión ética de la farmacia comunitaria. Pharmacare se estructura en cuatro niveles asistenciales, cada uno vinculado a un principio bioético:
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PHC Sin Barreras (beneficencia): dispensación sin mostrador, transformando la frontera física en un espacio de diálogo y confianza. Fidelizar es ganar confianza y respeto.
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PHC To-Go (autonomía): encargos y recogida ágil que respetan la libertad de eleccion de marca y el tiempo del paciente .
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PHC SPD (justicia): sistemas personalizados de dispensación que aseguran la igualdad real en el acceso al medicamento para colectivos vulnerables.
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PHC Compromiso Comunitario (no maleficencia): participación activa en salud comunitaria, evitando que el paciente quede diluido o “borroso” en los circuitos sanitarios.
En tiempos rápidos, donde las exigencias de rendimiento y la presión de protocolos reducen el encuentro a segundos, la escucha activa dentro del modelo Pharmacare constituye un auténtico acto de resistencia ética. Mirar a los ojos, escuchar silencios y traducir el lenguaje técnico a uno comprensible no son meros gestos, sino actos transformadores que convierten la dispensación en un cuidado integral.
El arte de escuchar en Pharmacare, desarrollado en la Farmacia del Mercat, encarna así un modelo donde la bioética aplicada, los valores humanitarios y las recomendaciones profesionales convergen en lo esencial: el reconocimiento del otro como persona.
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Tags: BIOETICA, pharmacare
Esta entrada fue publicada jueves, 21 de agosto de 2025 a las 8:01 am y esta en la categoría PharmaCare. Puedes seguir los comentarios a esta entrada a través de el RSS 2.0 feed. Puedes dejar un comentario, o hacer un trackback desde tu web.