Desde la Farmacia del Mercat: cuidar tu piel también es parte del entrenamiento
Cuando preparas una ruta de alta montaña, eliges el calzado, ajustas la mochila, planificas la hidratación. Pero muchas veces olvidas lo que más sufre y menos se ve: la piel. En altitud, con viento, sudor, frío o sol directo, el estrés oxidativo es real, y la prevención cutánea debe estar al nivel del reto físico.
Desde nuestra farmacia, donde la dermocosmética es ciencia aplicada y la prevención una prioridad, te acompañamos también en montaña. Porque proteger la piel es proteger tu salud. Espero que te puedan ayudar estos consejos.
TUS PIES EN NUESTRAS MANOS: alpinismo sin rozaduras ni fatiga
En montaña, el pie se convierte en herramienta y en límite. Prevenir ampollas y rozaduras es un gesto inteligente: sticks anti-fricción, apósitos hidrocoloides, vaselina, sprays antifúngicos y kits como Sidas Footcare son aliados compactos, prácticos y eficaces. Influencers del outdoor ya los integran en sus rutinas y lo muestran en redes.
Tras la etapa: lavado meticuloso, hidratación nocturna, corte recto de uñas y masajes con pelota. No olvides la fotoprotección en empeines: también se queman.
PIERNAS FUERTES, MONTAÑA SEGURA: recuperación y protección tras cada ascenso
El alpinismo exige a nuestras piernas resistencia y estrategia. Para evitar fatiga y lesiones, se imponen rutinas virales de estiramientos y masajes antes y después de la marcha. Activan la circulación, descargan musculatura y reducen el riesgo de contracturas. Las medias compresivas son un básico: mejoran el retorno venoso y alivian el cansancio muscular.
Rozaduras y heridas también se previenen. En rutas largas o con clima extremo, recomendamos geles barrera, cremas antifricción y apósitos específicos para muslos y pantorrillas.
Y no olvides la piel: si llevas pantalón corto, aplica fotoprotector y rehidrata tras la ruta con productos dermoprotectores. Tus piernas, tu base.
CADERA Y ESPALDA EN ALTA MONTAÑA: micronutrientes que marcan la diferencia
La cadera es el eje silencioso del alpinista. Sostiene, impulsa y amortigua. Prevenir lesiones y fortalecer esta zona requiere más que entrenamiento: se necesita estrategia nutricional.
Claves del menú de prevención:
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Vitamina D y Calcio: imprescindibles para la densidad ósea y fuerza pélvica, especialmente si hay poca luz solar.
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Vitamina K: estabiliza el metabolismo del calcio y reduce el riesgo de fractura.
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Magnesio y Fósforo: sin ellos, el músculo no rinde ni se repara.
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Vitaminas A, C y E: antioxidantes esenciales en altitud y esfuerzo crónico.
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Hierro y Zinc: oxigenan y reparan.
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Proteína y colágeno: estabilizan musculatura profunda y previenen lesiones crónicas.
Tendencias:
Los alpinistas expertos se preparan con bioimpedancia y analítica previa. Llevan snacks funcionales, barritas con calcio y antioxidantes, y post-expedición reponen con batidos de proteína hidrolizada, vitamina C y colágeno. En la base de su dieta: hojas verdes, frutos secos, lácteos y pescado azul.
Una cadera fuerte previene una caída. Una espalda cuidada mantiene el ritmo. En nuestra farmacia, lo tenemos claro: subir está bien, volver sin lesiones es mejor.
MANOS EN ALTA MONTAÑA: prevención, regeneración y autonomía
Las manos no son accesorio: son herramienta. En alpinismo, mantener su integridad es una estrategia de salud.
Prevención inteligente de lesiones: el magnesio mejora el agarre, pero reseca y puede retrasar la regeneración si se abusa. Se recomienda uso controlado. Para fisuras y heridas pequeñas: blastoestimulina u otros cicatrizantes, aplicados con criterio y sin cronificar.
Higiene y recuperación: eliminar bien el magnesio al acabar la ruta es clave. La piel limpia y rehidratada cicatriza mejor.
Cuidado dermocosmético avanzado: cada vez más alpinistas aplican cremas protectoras específicas una hora antes de la actividad para conservar elasticidad y prevenir grietas. Tras la jornada, el ritual incluye limpieza cuidadosa, secado sin fricción y aplicación de hidratantes de rápida absorción con activos reparadores como centella asiática,karité o aloe vera.
FOTOPROTECCIÓN Y ALPINISMO: tecnología, prevención y piel funcional
En 2025, la fotoprotección en montaña evoluciona hacia fórmulas inteligentes que combinan eficacia, sensorialidad y practicidad. La piel en altitud está más expuesta, más exigida, y necesita algo más que “protección solar”.
Protección full spectrum: los nuevos solares bloquean UVA, UVB, luz azul, infrarrojo y polución. Indispensable en montaña, donde la radiación se multiplica.
Texturas técnicas y resistentes: geles, aguas y brumas ultraligeras que no pesan, no manchan, no pican al sudar. En formatos que se enganchan a la mochila y no interrumpen la ruta.
Fórmulas tratantes: no solo protegen, también cuidan. Ácido hialurónico, aloe vera, provitamina B5, vitamina E, niacinamida. Reparan la barrera cutánea, hidratan y previenen el envejecimiento acelerado por el esfuerzo y el clima.
Sensación anti-fatiga: los alpinistas valoran el efecto refrescante inmediato. Los activos “cooling” calman, alivian y protegen frente al estrés oxidativo de la actividad intensa.
Reaplicación eficaz: sticks grandes, sprays compactos y uso con guantes. Se recomienda reaplicar cada 2 horas, incluso con nubes. A mayor altitud, mayor radiación. La reaplicación salva piel.
Dra. María Amparo Pérez Benajas
Farmacéutica. Nutricionista Clínica.
Directora de Dermocare – PHARMACARE
Farmacia del Mercat · AVD OESTE 21, Valencia
Tags: alpinismo, dermocare, Nutrifarmacia, pharmacare
Esta entrada fue publicada miércoles, 30 de julio de 2025 a las 4:28 pm y esta en la categoría Dermocare. Puedes seguir los comentarios a esta entrada a través de el RSS 2.0 feed. Puedes dejar un comentario, o hacer un trackback desde tu web.